PARTICIPACIÓN Y REFORMA UNIVERSITARIA:
CENTROS
UNIVERSITARIOS
Edwin Castillo Lepe
Los profesionales que
integramos el cuerpo de docentes de los Centros Universitarios, observamos
atentamente el proceso de Reforma Universitaria. Se ha visto con preocupación el hecho de no llegarse a
acuerdos concretos en cuanto a la aceptación de la metodología de Reforma
Universitaria, a pesar de haberse tomado la rectoría por parte de estudiantes
que en su mayoría habían estado participando en la elaboración de la
metodología, y de reclamar el derecho a respetar los avances y acuerdos que se
habían logrado en este proceso.
Es preocupante constatar como
en los centros universitarios - que con
una reforma autentica deberían de salir beneficiados en mejorar su
participación en la toma de decisiones en esta casa de estudios superiores, es
donde más se desconoce del proceso, debido a la escasa divulgación de esta
problemática.
En la actualidad, los Centros
Universitarios se encuentran relegados en la toma de decisiones. Por ejemplo, en la elección de las autoridades
del consejo superior universitario, los profesores y estudiantes están
relegados de elegir al rector, y mucho menos a poder participar con
representantes directos dentro de dicho ente.
Los profesores solo ejercen su derecho a voto a través de sus
respectivos colegios, haciéndolo de forma indirecta. En este caso se estaría vedando el derecho
que le otorga a todo guatemalteco la
constitución política de la república de “elegir y ser electo”[1], en el caso de los
estudiantes ellos quedan excluidos de la elección.
La ley orgánica de la
Universidad de San Carlos de Guatemala plantea que la integración del Consejo Superior
Universitario estará integrado por;[2] el Rector que lo preside,
los Decanos de las Facultades, un representante de cada Colegio profesional, de
preferencia catedrático de la Universidad y un estudiante de cada Facultad, lo que
en la práctica deja fuera a los centros universitarios y demás instituciones
universitarias que no se apeguen a esta figura jurídica. Se hace necesario buscar
alternativas para viabilizar la participación democrática de la mayor parte de
la población universitaria sin ningún distingo.
Otro ejemplo que va en este
sentido es el aspecto presupuestario, en la actualidad la estructura
presupuestal de la universidad se encuentra integrada en cinco conceptos que
serian: Funcionamiento, transferencias, inversión e investigación, así también
desarrollo.
Como se puede apreciar en el cuadro No 1, son
dos rubros los que absorben en mayor cantidad el presupuesto de egresos de la
Universidad de San Carlos de Guatemala, siendo estos; funcionamiento y
transferencias,[1] en promedio para los dos años, el 96 % del presupuesto.
En el cuadro No. 2, es el
Centro Universitario de Occidente el que tiene el mayor aporte en cuanto a los
gastos de funcionamiento, representando el 26% del total de Centros, y el que
sería el menor Zacapa con el 1 %; pero es importante tomar en cuenta que el
Centro Universitario de Occidente es uno de los centros con mayor matricula
estudiantil, superando los trece mil estudiantes. Los centros universitarios en su totalidad representan
el 21 % del total de gastos en funcionamiento de la Universidad de San Carlos
de Guatemala.
Además de lo antes
mencionado la inversión por estudiante anual fluctúa entre los Q. 2,030, por
estudiante y los Q. 5,716, a excepción de Zacapa que por la cantidad de
estudiantes que cuenta seria el más elevado, pero es el que en proporción al
resto de Centros recibe el menor aporte.
En conclusión se podría
afirmar que los Centros Universitarios, que en alguna medida representan la
educación superior pública y la oportunidad para cientos o miles de habitantes
que están esperando una oportunidad, para mejorar su condición académica, para
poder convertirse en agentes de cambio y con ello reproducir la tan anhelada
academia en las diferentes comunidades, y generar la construcción de
planteamientos para lograr reducir los elevados niveles de pobreza y desempleo
coyuntural y estructural, que se da en estas áreas de influencia de los Centros
Universitarios, actualmente están recibiendo el 21 % de total de los gastos de
funcionamiento de esta casa de estudios superiores. De lo anteriormente expuesto, esto genera la
necesidad que en la tan necesaria reforma universitaria se empiece a tomar en
cuenta, este tipo de aspectos que vendrían a democratizar el actuar de la
universidad.
[1] Según las normas
presupuestarias de la USAC, se comprenderá por funcionamiento a; contratación
de servicios personales, contratación de servicios no personales, adquisición
de materiales y suministros, maquinaria y equipo, bienes inmuebles, contratación
de obras de construcción y otros relacionados con el funcionamiento de los
programas. Y transferencias a; comprende
las estimaciones de aguinaldo, diferido, contribución de la universidad al plan
de prestaciones. derechos post-morten, vacaciones proporcionales. Complementos
IGSS, reserva para la aplicación de política salarial y otros.
[1] Articulo 136, inciso b
[2] Ley Orgánica de la USAC, Titulo III y
articulo 13
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